La reciente evolución del empleo autónomo en España ha traído consigo notables cifras que merecen su atención. En diciembre, se registraron 1.102 nuevos afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), lo que suma un total de 3.386.764 trabajadores autónomos en el país al cierre de 2024. Este crecimiento interanual se traduce en un incremento de 42.396 nuevos autónomos, un dato alentador. Sin embargo, no todo es tan sencillo en el panorama del empleo autónomo.
Retos para el futuro del empleo autónomo
El optimismo en torno a estas cifras es palpable entre organizaciones como la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae). Sin embargo, la secretaria general de Uatae, María José Landaburu, ha expresado su preocupación por los «desafíos estructurales» que se presentan a partir del año 2025. ¿Qué significa esto para los autónomos? Las barreras como la inestabilidad económica y la falta de protección social son retos que aún persisten, impidiendo que muchos trabajadores por cuenta propia puedan mantener sus actividades con estabilidad.
Landaburu destaca la importancia de abordar estas dificultades de manera prioritaria. Sin políticas efectivas, es probable que el crecimiento observado se vea comprometido. Por ello, desde Uatae se hace un llamado a la implementación de políticas específicas que ayuden a generar un empleo autónomo «de calidad» y que las cifras positivas de 2024 puedan sostenerse en el tiempo.
Situación por sectores
A pesar del incremento en el número total de autónomos, es fundamental mencionar que la situación varía notablemente entre diferentes sectores. En particular, el sector comercio ha sufrido una pérdida significativa, con la salida de 8.855 autónomos en el último año. Esto resalta la urgente necesidad de establecer medidas que apoyen a estos trabajadores frente a los mayores sobreesfuerzos inherentes a su actividad empresarial. Sin una estrategia clara, muchos autónomos pueden enfrentar graves dificultades para salir adelante.
Por otro lado, el crecimiento en otros sectores debe ser un aliciente para seguir apostando por el trabajo autónomo en España. Las cifras del mes de diciembre deberían servir no solo como un dato positivo, sino como un estímulo para reconocer la importancia del trabajo autónomo en la economía nacional.
Perspectivas y oportunidades
La Uatae sugiere que los logros alcanzados hasta ahora no deben considerarse aislados. En su opinión, son más bien una oportunidad para reforzar el compromiso con todos aquellos que deciden emprender y crear empleo en nuestro país. Así, se trata de construir un entorno favorable donde los trabajadores autónomos puedan prosperar con el apoyo necesario.
Es esencial que este impulso se acompañe de un marco legislativo que facilite la adaptación de los autónomos a los retos del mercado. Solo así se podrá fomentar un ecosistema donde todos los trabajadores por cuenta propia encuentren las herramientas adecuadas para avanzar en sus iniciativas.
Por lo tanto, a medida que miramos hacia el futuro, la capacidad de los autónomos de enfrentar los desafíos del 2025 dependerá en gran medida de la respuesta de las instituciones a estas necesidades. Hay un llamado claro a la acción: es momento de reforzar el compromiso con el trabajo autónomo, asegurando que las cifras positivas del presente se mantengan y se vuelvan una norma en lugar de una excepción.