En la jornada de hoy, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, se ha reunido con los agentes sociales para discutir la propuesta del Gobierno sobre el salario mínimo interprofesional (SMI). Durante el encuentro, el Gobierno ha sugerido una subida de 50 euros mensuales, elevando la cifra hasta los 1.184 euros por catorce pagas, con efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2025. El funcionario ha enfatizado que esta propuesta es «flexible», lo que significa que está abierto a negociar con todas las partes implicadas.
Posibilidad de acuerdo en próximas reuniones
En un ambiente de diálogo constructivo, Pérez Rey ha indicado que el próximo 22 de enero se llevará a cabo otra reunión entre los actores sociales. El objetivo es alcanzar un acuerdo definitivo en cuanto a la subida del SMI. «Nuestra posición es flexible para alcanzar un acuerdo. Estamos muy comprometidos con las recomendaciones de los expertos sobre el salario medio», comentó.
Este encuentro ya se ha caracterizado por un «buen tono», lo que podría ser un indicativo positivo para las negociaciones futuras. Hasta ahora, los sindicatos han expresado su interés en sentarse a la mesa y aumentar el SMI a cifras más cercanas a los 1.200 euros mensuales, argumentando que era necesaria una revisión que alineara el salario mínimo con el 60% del salario medio según lo estipulado por la Carta Social Europea.
Propuesta de los sindicatos para el SMI
Mientras tanto, los sindicatos han manifestado que desean un incremento del SMI para 2025 de entre el 5% y el 6%, lo que colocaría el salario en torno a los 1.200 euros al mes. Argumentan que la propuesta actual de un 4,4% de subida no cumple con las directrices de la Carta Social, que determina que el salario mínimo debería ser, al menos, el 60% del salario medio en el país.
En este sentido, Pérez Rey también ha recordado que la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) no ha proporcionado cifras concretas durante la reunión. Más bien, su intención parecía ser entender las razones detrás de las propuestas del Gobierno y de los sindicatos.
Consideraciones fiscales sobre el SMI
Otro punto crítico que se ha debatido es la relación del SMI con el IRPF. Pérez Rey ha indicado que el Ministerio de Trabajo no tiene la competencia para establecer la fiscalidad de los salarios. Sin embargo, ha compartido que la opinión del ministerio es que el SMI debería ser el umbral a partir del cual comienza a aplicarse la tributación.
Esto implica que el límite exento del IRPF debería ajustarse de manera que evolucione a la par con el SMI. «Creemos que es necesario que el mínimo exento del IRPF siga una trayectoria similar al aumento del salario mínimo interprofesional», afirmó Pérez Rey, dejando la puerta abierta a futuras conversaciones sobre cómo la fiscalidad y el salario mínimo podrían interrelacionarse.
Una mirada hacia la negociación
La próxima reunión promete ser clave. La posición de los sindicatos es firme, buscando una mayor respuesta del sector empresarial, que aún no ha proporcionado un claro marco de negociación. Esto subraya la importancia del diálogo entre todas las partes y la relevancia que esta cuestión tiene en el ámbito laboral y económico del país. Cada incremento en el SMI no sólo afecta a los trabajadores, sino que también tiene implicaciones para la economía en general.
Así, con todos estos factores sobre la mesa, septiembre se aproximará como un mes decisivo para tratar de cerrar un acuerdo que benifique a todas las partes. Mientras se espera la nueva reunión, el ambiente de negociación parece estar consolidándose, aunque aún queda un largo camino por recorrer hasta alcanzar un consenso deseado.
Finalmente, Pérez Rey ha subrayado que su ministerio está comprometido a buscar un acuerdo que contemple las necesidades de todos los implicados. «Esperamos que en la reunión del día 22 podamos avanzar de forma significativa», ha concluido, dejando la expectativa abierta a un desenlace favorable.