El Ministerio de Trabajo ha establecido un compromiso firme para que el salario mínimo interprofesional (SMI) refuerce su poder adquisitivo. No cabe duda de que la actual cifra de 1.134 euros al mes por catorce pagas, aunque ha sufrido un aumento del 54% desde 2017, sigue siendo insuficiente para muchos ciudadanos. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha manifestado en múltiples ocasiones que «con este importe no se puede vivir», resaltando la urgencia de llevar a cabo nuevas revisiones del SMI.
Próxima reunión del Comité de Expertos
Como parte de este proceso, el Ministerio ha convocado al Comité de Expertos del SMI para el próximo martes. Este encuentro es un paso previo a las negociaciones que se llevarán a cabo con sindicatos y empresarios respecto a futuros aumentos del SMI, con miras a 2025. Este comité, constituido en enero de 2021, está integrado por miembros del gobierno, representantes de los agentes sociales y profesionales académicos que estudian cómo debe incrementarse el SMI.
Durante una reciente intervención en el 44 Congreso Confederal de UGT, que se celebra en Barcelona, Yolanda Díaz recordó la importancia de esta reunión. La ministra entiende que no se puede seguir permitiendo que el SMI disminuya su valor real; de ahí que su estrategia sea elevar el salario mínimo con o sin consenso entre los grupos sociales implicados.
Impacto social de la subida del SMI
Es esencial reconocer que la subida del SMI, que beneficia a aproximadamente 2,5 millones de personas no cubiertas por convenios colectivos, también ha tenido un impacto positivo en la reducción de la brecha salarial de género. Según Díaz, esta medida ha contribuido a disminuir dicha brecha en un 25%, lo que representa un paso importante hacia la equidad laboral.
La ministra ha argumentado que, de acuerdo con la mediana salarial actual en España, que se sitúa en 1.545 euros mensuales, el SMI debería ajustarse para garantizar que todas las personas pueden vivir con dignidad. Este enfoque pone la situación laboral y económica, en el centro del debate político y social.
Acuerdos recientes y posiciones de los agentes sociales
A principios de año, el Ministerio de Trabajo estableció una subida del SMI del 5% para 2024, llevando este salario mínimo a 1.134 euros por catorce pagas con efectos retroactivos desde el 1 de enero. Sin embargo, esta decisión no fue respaldada por CEOE y Cepyme, quienes argumentan que la propuesta no responde a sus demandas, que incluyen la indexación del SMI a contratos públicos y bonificaciones para el sector agrícola.
La CEOE también se mostró en desacuerdo con las subidas del SMI de años anteriores. En particular, no respaldó las políticas de aumento del SMI en 2021 y 2022, pero sí accedió a un incremento en 2020, cuando se pasó de 900 a 950 euros mensuales.
Perspectivas del salario mínimo en los próximos años
La pregunta que surge es: ¿el SMI alcanzará alguna vez el 60% del salario medio, tal como recomienda la Carta Social Europea? Actualmente, el Ministerio considera que este objetivo se está alcanzando, a pesar de que muchos sindicatos mantienen la opinión de que aún queda un camino por recorrer.
El Comité de Expertos, que ofrece recomendaciones basadas en múltiples fuentes estadísticas, tiene como misión evaluar y proponer ajustes al SMI que puedan alinearlo con ese estimado del 60% del salario medio. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha afirmado que su sindicato demandará un aumento del SMI acorde al crecimiento de los salarios medios del país, que han ido más allá del impacto del IPC.
Por su parte, Pepe Álvarez, el secretario general de UGT, sugiere que el SMI para 2025 debería incrementarse en un 5% o 6%, lo que resultaría en cifras mensuales de 1.191 o 1.202 euros por catorce pagas, respectivamente. Estas propuestas y discusiones se encuentran en el centro del debate actual sobre el futuro económico y laboral en España.
Finalmente, el camino hacia un SMI que garantice dignidad y una vida adecuada para todos los trabajadores sigue siendo un tema candente en la agenda pública. Las decisiones que se tomen en esta próxima reunión del Comité de Expertos y en las posteriores negociaciones entre los agentes sociales serán cruciales para definir el paisaje laboral en los próximos años.