El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha expresado este miércoles su intención de presentar ante el Ministerio de Trabajo una petición de incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2025 que superará los 50 euros mensuales propuestos por el departamento que dirige Yolanda Díaz. Esta reunión de la mesa de diálogo social está programada para esta tarde, comenzando a las 16:30 horas.
Propuesta sindical ambiciosa
En un acto organizado por su sindicato sobre la Ley de Extranjería, Sordo subrayó que la propuesta que hará el sindicato será «ambiciosa». Insistió en que el informe de la comisión de expertos que asesora al Gobierno “no es vinculante», lo que significa que las organizaciones sindicales están en libertad de formular sus propias exigencias. De esta forma, Sordo destacó que, aunque el incremento del 4,4% propuesto por el Gobierno y los expertos sitúa el SMI de 2025 en 1.184 euros al mes, la propuesta sindical será más elevada.
Este aumento representa un incremento de 50 euros respecto al SMI actual de 2024, que se establece en 1.134 euros. Sin embargo, Sordo asegura que el esfuerzo debe ser mayor, argumentando que es esencial que el SMI se ancle al 60% de la media salarial en España.
Factores que influyen en la solicitud
Además del % de incremento esperado, hay otra razón detrás de este planteamiento. Sordo ha mencionado que la tributación del SMI en el IRPF también justifica la solicitud de un aumento mayor al 4,4%. La preocupación es que, si el salario mínimo no se establece por encima del mínimo exento, esto podría afectar a la cantidad de trabajadores que presentan la declaración de la renta.
«El 60% del salario neto debe alinearse con la media salarial», apuntó. Esta cifra es crucial y refleja un compromiso con los estándares de la Carta Social Europea. Para cumplir con estos criterios, es imprescindible realizar un ajuste en el SMI que supere lo que el Gobierno está planteando.
Consideraciones fiscales y su impacto
El dirigente de CCOO también enfatizó que la educación fiscal es crucial para un país como España. Si los salarios mínimos no permiten que los trabajadores presenten su declaración de IRPF, se corre el riesgo de debilitar este aspecto fundamental en el ámbito fiscal. «No podemos aspirar a que millones de personas no declaren sus ingresos», advirtió Sordo.
Finalmente, mencionó que el izquierdo de la Carta Social Europea establece que el SMI debe ser calculado sobre el salario neto. Esto implica que se deben considerar cambios impositivos o, en su defecto, aumentar el salario mínimo para cumplir con dicho estándar. La idea es clara: mejorar el SMI es esencial para garantizar que el 60% de lo que los trabajadores perciben realmente refleje la media salarial.
Otras cuestiones en la mesa de negociación
Sordo también abordó otros aspectos que estarán sobre la mesa durante la negociación. Se discutirá si es necesario modificar la regulación actual del SMI y si el Gobierno asumirá compromisos para evitar que las empresas absorban pluses o complementos en la subida del salario mínimo.
El líder sindical advirtió que esta práctica es perjudicial, ya que impide que muchos trabajadores perciban de manera efectiva la evolución del SMI en sus nóminas netas. Es vital lograr compromisos reales que beneficien a los trabajadores, no solo en términos de salario, sino también en la regulación que permita avances sostenibles y significativos.
Expectativas en la negociación
«Esta tarde vamos a presentar una propuesta que supere lo que los expertos han recomendado», ha declarado Sordo con un tono de determinación. La posición del sindicato en esta negociación no es solo sobre cifras, sino también sobre valorar y cuidar las condiciones de vida de millones de trabajadores que dependen del salario mínimo para subsistir.
Las variables económicas son diversas y, aunque el planteamiento inicial es fuerte, Sordo dejó claro que están abiertos a la negociación y a posibles ajustes, siempre y cuando se mantengan los principios fundamentales defendidos en su propuesta. Así, la tarde promete ser decisiva en la búsqueda de un acuerdo que tenga en cuenta las necesidades de la clase trabajadora.