La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha estado en el centro del debate acerca de la reducción de la jornada laboral en España. Según sus declaraciones recientes, la medida busca que, para el 31 de diciembre de 2025, «toda la población asalariada de este país, sin distinción, va a ver reducida su jornada laboral». Esto significa que el objetivo es establecer una jornada de trabajo de 37,5 horas semanales sin recortes en el salario.
Acuerdo sindical en camino
Díaz afirma que el acuerdo con los sindicatos es «inminente», lo que podría permitir que esta importante política laboral se inicie pronto. «Después, de inmediato, comenzaremos la tramitación en el Congreso como anteproyecto de ley», ha prometido Díaz. Esta declaración ha generado expectativas y ha mantenido el interés sobre los próximos pasos en esta importante reforma laboral.
Durante una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra se defendió de las críticas empresariales que la acusaban de tener una «obsesión» con esta medida. «Con lo que yo estoy obsesionada es con que la gente trabaje menos para vivir mejor», enfatizó frente a los medios. Esta frase captura la esencia de su propuesta y resalta la intención de poner el bienestar de los trabajadores en el centro de la discusión económica.
Críticas a la patronal
En el marco de esta discusión, Díaz instó a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) a explicar por qué se opone a reducir la jornada laboral. En su opinión, el rechazo a esta medida castiga especialmente a las mujeres trabajadoras, ya que la reducción de la jornada tiene un «impacto de género» significativo. La ministra subrayó que la actual jornada de 40 horas semanales es injusta y que los empleados públicos ya disfrutan del beneficio de un horario más corto.
Además, hizo una crítica a la patronal sobre su preferencia por «trabajadores de primera y de segunda». Díaz cuestionó por qué no se quiere otorgar a toda la población asalariada los mismos derechos, recordando que somos una economía que, según la OCDE, está creciendo. «La productividad ha crecido dos puntos y medio. La pregunta es, ¿por qué no quiere repartir la productividad?», planteó Díaz de manera contundente.
Compromiso del Gobierno
En cuanto a las posibles disensiones dentro del Gobierno acerca de la rebaja de jornada, Díaz aseguró que el acuerdo entre PSOE y Sumar se «cumplirá». Reiteró que, para el 31 de diciembre de 2025, «toda la población asalariada de este país verá reducida su jornada laboral». La ministra enfatizó que este compromiso incluye también respetar las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) relacionadas con el impacto de género en el trabajo a tiempo parcial, una cuestión que afecta especialmente a las mujeres trabajadoras.
Díaz destaca que, aunque se han discutido todas las normas propuestas por el Ministerio de Trabajo, «hoy todos presumen de ellas». Se muestra optimista respecto a que la reducción de la jornada laboral será una de esas normas que estarán bien recibidas por la sociedad.
Negociaciones en el Congreso
Un tema relevante en las declaraciones de Díaz fue el respaldo que la reducción de jornada recibirá en el Congreso. Cuando se le preguntó si contaría con el apoyo de Junts, la ministra expresó su preocupación principalmente por lo que hará el Partido Popular (PP) respecto a esta medida. Se cuestionó si el PP se posicionará a favor de los trabajadores o tomará una postura similar a la que tuvo con la reforma laboral anterior.
«¿Tumbarán la norma? ¿O incluso presuntamente intentarán comprar apoyo para garantizar su caída?», cuestionó Díaz. Este tipo de preguntas no solo refleja su inquietud, sino que también pone de relieve la tensión política que rodea a la propuesta. «¿Estará el PP del lado de la modernización de España o preferirá seguir golpeando a los españoles?», añadió, subrayando la importancia de la decisión de los partidos en este contexto.
Díaz insistió en que quienes se opongan a la rebaja de jornada serán «cuestionados por sus votantes», dado que una encuesta sugiere que dos de cada tres españoles desean una reducción en la jornada laboral, independientemente de su afiliación política. Esta información podría jugar un papel crucial en la forma en que los partidos abordan la cuestión en plenaria.
A pesar de las dificultades, la vicepresidenta segunda afirmó que el Gobierno está dialogando con todas las formaciones políticas, a excepción de Vox. En particular, mencionó que están en negociaciones con Junts, aunque no pudo detallar el contenido de estas conversaciones. «Se trata de decidir si se está del lado de los trabajadores o se defienden intereses partidarios», concluyó. La situación es clara: un cambio significativo en la jornada laboral está cerca, y el desenlace de todos estos diálogos políticos será fundamental para los trabajadores de este país.