El panorama actual para los trabajadores autónomos en España es cada vez más preocupante. Según la última encuesta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), la morosidad es un tema que impacta a un alarmante 45,3% de este colectivo. Esta cifra ha aumentado más de diez puntos porcentuales en comparación con junio de 2023, donde el dato era del 33,5%. La morosidad, tanto pública como privada, se ha convertido en uno de los principales desafíos que enfrentan los autónomos en su día a día, generando una incertidumbre palpable en sus actividades comerciales.
Percepción negativa de la economía española
El impacto de esta situación se refleja en la opinión que tienen los propios autónomos sobre la economía nacional. Según los datos, tres de cada cuatro autónomos, es decir, un 74% de ellos, mantienen una percepción negativa o muy negativa de la economía española en general. Esto plantea una pregunta esencial: ¿cómo se pueden tomar decisiones acertadas en un ambiente tan incierto?
Además, a la morosidad y la percepción económica negativa, se suman otras inquietudes. Un 33,6% de los autónomos señala que los impuestos son el mayor inconveniente del trabajo autónomo. Por otro lado, un 24,6% expresa que las excesivas horas que deben dedicar a sus negocios son un obstáculo significativo. Un 13,5% menciona la burocracia y los trámites administrativos como una carga.
Aumento de cargas administrativas
Lorenzo Amor, presidente de ATA, ha comentado que nueve de cada diez autónomos considera que las cargas y trámites administrativos han aumentado en los últimos años en España. Esta expansión en la burocracia no solo complica sus actividades, sino que también desvía su enfoque de lo que realmente importa: hacer crecer sus negocios. En un momento en que la economía global presenta altibajos, la posibilidad de dedicar más tiempo a las tareas administrativas se traduce en menos tiempo para innovar y atraer clientes.
El estudio realizado por ATA no se queda ahí. Desglosando la situación actual, se observa que un 31,1% de los autónomos ha reportado un crecimiento en su negocio durante el último año. Sin embargo, la tendencia no es homogénea, ya que el 24,9% asegura que su actividad ha disminuido. Esto plantea un dilema: ¿qué futuro les espera a aquellos que luchan por avanzar en medio de un entorno adverso?
Expectativas para 2025
Las expectativas hacia el futuro también parecen sombrías. Con un 19% de los autónomos creyendo que su negocio crecerá en 2025 y un 39,8% que espera una estabilidad en su actividad, hay una gran parte de este colectivo que no es optimista. El 21,9% de los encuestados cree que su situación va a empeorar en los próximos meses. En un contexto en el que el optimismo se siente a la baja, la pregunta que surge es: ¿cómo podrían estos autónomos adaptarse y prosperar en medio de esta adversidad?
Estos números ponen de relieve una clara inquietud entre los trabajadores autónomos, no solo por su situación actual, sino también por lo que les deparará el futuro. El informe se convierte en un espejo que refleja las tensiones y miedos que viven a diario los autónomos, dejando ver la necesidad de políticas que alivien su carga y fomenten un clima más favorable para el trabajo independiente.
Impacto de las ayudas insuficientes
Amor también ha señalado que la respuesta de las autoridades a las dificultades que enfrentan muchos autónomos, especialmente aquellos afectados por la DANA en la Comunidad Valenciana, ha sido insuficiente. Con cinco mil autónomos que han tenido que cesar su actividad, las ayudas que han recibido son consideradas «ridículas», ya que no cubren ni el 10% de los costos necesarios para reanudar sus negocios. Este entorno de incertidumbre se ve aún más complicado por la carga que muchos aún llevan al tener que devolver los créditos ICO concedidos durante la pandemia del Covid-19.
En resumen, los datos proporcionados en el barómetro de ATA sobre la situación actual de los autónomos en España reflejan una realidad inquietante. La morosidad, la percepción negativa de la economía, las crecientes cargas administrativas y las expectativas pesimistas para el futuro forman un panorama que demanda una atención urgente y medidas efectivas por parte de los responsables políticos. La voz de los autónomos es clara: requieren un cambio que les permita continuar con su labor y contribuir al crecimiento de la economía española.