La secretaria de Estado de Función Pública, Clara Mapelli, y la Dirección General de Muface han mantenido una reunión clave con los sindicatos para informarles que comenzarán a trabajar «de inmediato» en una nueva licitación de atención sanitaria para los mutualistas. Esta decisión surge tras la reciente licitación para el periodo 2025-2026, la cual quedó desierta debido a que las principales aseguradoras, como Adeslas, Asisa y DKV, consideraron que los términos económicos no eran suficientes para participar.
Dificultades en la licitación actual
El rechazo de las mencionadas aseguradoras se debió a la propuesta de una subida del 17,12% en las primas durante los próximos dos años. Durante la reunión, Maribel Loranca, representante de UGT, comentó que, a pesar de la situación, se recibió un «mensaje de tranquilidad» por parte del Gobierno y Muface, garantizando que la asistencia sanitaria se mantendrá «en las mismas condiciones» hasta que se dé inicio a la nueva concesión.
Loranca también subrayó la importancia de que los mutualistas, en su mayoría del sector educativo, reciban la mejor atención posible. «Es fundamental que tanto el Gobierno como las aseguradoras asuman su responsabilidad», afirmó. Agregó que los sindicatos estarán atentos a los avances de esta nueva licitación, aunque Muface aún no ha proporcionado detalles sobre las fechas.
Movilizaciones a la vista
La tensión va en aumento, ya que CCOO ha expresado su descontento tras la reunión, considerándola insuficiente. En un comunicado, el sindicato denunció que solo fueron convocados como «meras espectadoras», lo que ha llevado a CCOO a amenazar con movilizaciones a nivel estatal. La organización exige un compromiso claro por parte de Muface para garantizar la continuidad del servicio sanitario.
Además, CCOO enfatiza la necesidad de conocer en profundidad la situación respecto a la nueva licitación, sus plazos y directrices, ya que el bienestar de los mutualistas no puede estar en juego. «¡Con la salud de las personas no se juega!», recalcaron, demandando una revisión a fondo de las prestaciones ofrecidas por Muface y el cumplimiento de los estándares de calidad establecidos.
CSIF inicia protestas
Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), la reacción no se ha hecho esperar. Este sindicato ha manifestado que las explicaciones proporcionadas por Muface y el Gobierno en la reunión fueron «insuficientes». En este sentido, CSIF lanzará su campaña de movilizaciones el próximo 11 de noviembre, con el objetivo de proteger la perpetuidad de este modelo sanitario, que consideran esencial para sus trabajadores.
«Nuestros funcionarios merecen la mejor atención en el marco de un modelo asistencial que es parte de sus condiciones laborales desde el momento en que logran acceder a la oposición», resaltaron. La directora de Muface, Myriam Pallarés, y la secretaria de Estado de Función Pública comunicaron durante la reunión que se está llevando a cabo un estudio de viabilidad económico-financiera para la nueva licitación y que, pese a la incertidumbre, existen mecanismos que aseguran el mantenimiento de la prestación mientras se actualiza el contrato, conforme a la Ley de Contratos del Sector Público.
No obstante, CSIF considera que la postura actual del Gobierno pone en riesgo la viabilidad de la mutualidad y reclaman una oferta económica que sea, al menos, sostenible. Ante este escenario, el sindicato realizará protestas en diversas subdelegaciones del Gobierno a nivel nacional y frente al Ministerio de Hacienda en Madrid, exigiendo al Ejecutivo la apertura de negociaciones para mejorar las condiciones laborales de los empleados públicos.
Expectativas y futuro incierto
A medida que las protestas se acercan, los sindicatos se preparan para una lucha que podría definir el futuro del modelo sanitario de Muface. Existe un consenso sobre la necesidad de garantizar un servicio sanitario adecuado para los mutualistas, resaltando la urgencia de negociar mejores condiciones. Tanto CCOO como CSIF han mostrado su firme intención de que sus demandas sean escuchadas y atendidas para evitar un deterioro en la atención sanitaria.
La nueva licitación y el futuro del servicio sanitario dependen de un diálogo constructivo entre el Gobierno, las aseguradoras y los sindicatos. La presión de los sindicatos pone en jaque la estabilidad de Muface, demandando claridad y compromiso en un contexto ya complejo. La salud de miles de mutualistas está en la balanza, y la capacidad de respuesta del Gobierno ante estas demandas será crucial en los próximos meses. «CSIF no va a permitir que este Gobierno deje morir a Muface por inanición», concluyen desde el sindicato, reafirmando su determinación por luchar por lo que consideran fundamental.