El Consejo de Ministros ha tomado una serie de decisiones importantes que afectarán a los trabajadores españoles en relación a su capacidad de jubilarse de manera flexible y adaptada a sus necesidades. A partir del 1 de abril de 2025, los cambios en la regulación de la jubilación parcial, activa y demorada entrarán en vigor, respondiendo así a la demanda de una salida más gradual del mercado laboral.
Cambios en la jubilación parcial y activa
Los españoles que deseen jubilarse a partir del 1 de enero de 2025 con el 100% de su pensión deberán cumplir ciertos requisitos vinculados a su edad y tiempo de cotización. De acuerdo con la reforma de pensiones de 2013, se establece que aquellos que acrediten menos de 38 años y 3 meses de cotización deberán tener 66 años y 8 meses cumplidos para poder acceder a la jubilación. Este umbral crecerá ligeramente en el año anterior, cuando serán necesarios 66 años y 6 meses de edad.
Para los trabajadores que cuenten con más de 38 años y 3 meses de cotización, el requisito de edad se reduce a 65 años. Además, sigue vigente el requisito de cotización mínima de 15 años para acceder a la pensión contributiva, de los cuales al menos dos deben estar dentro de los quince años previos a la jubilación.
Jubilación anticipada: oportunidades y restricciones
En cuanto a la jubilación anticipada, existe la opción de retirarse hasta un máximo de 24 meses antes de la edad legal. Para el año 2025, la edad mínima para acceder a esta modalidad será de 64 años y 8 meses, siempre y cuando el trabajador haya cotizado al menos 35 años. Si la vida laboral es más extensa, el retiro puede anticiparse incluso a los 63 años.
¿Te has preguntado qué sucede si no cumples con los requisitos para jubilarte anticipadamente? En el caso de una jubilación forzosa, es factible jubilarse hasta 48 meses antes de la edad ordinaria, es decir, con 62 años y 8 meses y al menos 33 años de cotización. En carreras laborales más largas, se permite retirarse con 61 años.
No obstante, es importante tener en cuenta que la Seguridad Social aplicará coeficientes reductores a la pensión en función de cuántos meses te anticipes a la edad de jubilación. Estos coeficientes pueden variar del 21% al 3.26% dependiendo de si el adelanto es de 24 meses o solo un mes. Cuando se trata de jubilaciones forzosas, los descuentos iniciales comienzan con un 30% por cuatro años de anticipación.
Jubilación parcial: nuevas condiciones
Si quieres acceder a la jubilación parcial, es fundamental saber que la edad mínima de acceso dependerá de si tu empresa realiza un contrato de relevo. Sin la contratación de un relevista, deberás cumplir con la edad ordinaria de jubilación.
En los casos donde sí se realice un contrato de relevo, a partir del 1 de enero de 2025, la edad mínima para la jubilación parcial será de 62 años y 8 meses si has cotizado más de 36 años y 3 meses. Por otro lado, si cuentas con 33 años de cotización, la edad mínima se establecerá en 63 años y 4 meses.
Desde el Ministerio de Seguridad Social, se argumenta que estas mejoras buscan facilitar una transición más adecuada al mercado laboral y que están alineadas con las prácticas de otras naciones del entorno. Estos cambios permitirán a los trabajadores ajustar su jornada de manera flexible durante los últimos años de su carrera.
Aspectos clave de la jubilación activa
La jubilación activa también tiene nuevos matices. Se ha eliminado el requisito de tener una carrera de cotización completa, lo que abre la puerta a más personas, especialmente a mujeres, que suelen tener trayectorias laborales más discontinuas.
Mientras trabajen, los jubilados podrán ir percibiendo un porcentaje de su pensión. Por ejemplo, si decides demorar tu jubilación, podrías recibir un 45% de la pensión tras un año de demora, y este porcentaje irá aumentando a medida que se prolongue la espera, pudiendo llegar hasta el 100% cinco años después.
Un cambio importante respecto a la jubilación demorada es que ahora se podrá recibir un incentivo adicional por cada seis meses de retraso a partir del segundo año, lo que agrega más flexibilidad a esta opción.
El contexto actual refleja el esfuerzo del Gobierno por facilitar un acceso más equitativo y flexible a diversas modalidades de jubilación, integrando las realidades de los trabajadores y exigiendo adaptaciones que reflejan la diversidad de trayectorias laborales.
Con todas estas reformas y cambios en las regulaciones de jubilación, se espera que se logre una distribución más justa de las pensiones en los años próximos, mientras se respeta el deseo de los trabajadores por tener una transición más gradual a la fase de retiro. Será un proceso interesante de observar, especialmente en un entorno económico que sigue evolucionando.