La flexibilidad laboral se ha convertido en un elemento clave para los empleados españoles, siendo este el beneficio más apreciado. Sin embargo, es interesante señalar que sólo la mitad del 97% de las compañías que ofrecen ajustes de horarios lo hacen disponible para todos sus trabajadores. Esto indica una brecha significativa entre lo que se ofrece y lo que realmente se implementa en todas las plantillas.
El aumento de la flexibilidad en las empresas
El informe indica que la flexibilidad está adquiriendo mayor importancia en el mundo laboral. En 2022, un 87% de las empresas brindaban opciones flexibles, lo que muestra un aumento en la demanda de estas prácticas. La tendencia parece seguir creciendo, ya que más empresas se están dando cuenta de que la satisfacción del empleado está íntimamente ligada a su capacidad de gestionar su tiempo y espacio de trabajo.
Además, el trabajo remoto ha ganado terreno: nueve de cada diez empresas cuentan con políticas de teletrabajo implementadas. Sin embargo, si miramos más de cerca, solo un 37% aplica esta modalidad a toda su plantilla y apenas un 9% lo realiza de forma total. Esto plantea un panorama que aún necesita evolución para garantizar que todos los empleados se beneficien por igual.
La jornada intensiva y los beneficios sociales
Un aspecto relevante que se destaca es el aumento de la jornada intensiva, que ha crecido un 16%, sobre todo en empresas españolas no multinacionales. Esto demuestra que la flexibilidad de horarios está siendo considerada no solo por grandes corporaciones, sino también por negocios locales, lo que puede ser un indicativo de un cambio cultural en el trabajo en España.
A pesar de este avance, en cuanto a otras opciones, las vacaciones extra son todavía un lujo reservado para pocos, ya que solo el 50% de las empresas las ofrece. Un preocupante 40% no contempla este beneficio en absoluto, lo que puede influir en la percepción de satisfacción y bienestar de los empleados.
El valor de los beneficios de aseguramiento
Los beneficios de aseguramiento, como el seguro de salud, también cobran protagonismo en este contexto. El 87% de las empresas lo incluye como parte de sus planes de beneficio, destacándose como uno de los elementos más valorados por los empleados. Esto pone de manifiesto que no solo se busca flexibilidad, sino también seguridad y protección en el entorno laboral.
El informe también resalta la importancia de los beneficios sociales y la retribución flexible, que siguen siendo las opciones más comunes, con más del 85% de las empresas ofreciendo algo de esto. El bienestar personal y familiar de los empleados es una prioridad que no debe pasarse por alto.
Prioridades en beneficios inclusivos
Otro aspecto interesante del estudio es que las empresas están comenzando a poner más énfasis en la diversidad e inclusión dentro de sus políticas. Se reconoce la importancia de priorizar temas como la igualdad de género (52%), la inclusión de personas con discapacidad (39%) y el desarrollo del talento senior (38%). Este cambio es fundamental para crear un entorno más justo y equitativo, donde todos los empleados se sientan valorados.
Sin embargo, a pesar de la intención de avanzar en estas áreas, queda claro que el presupuesto sigue siendo un obstáculo importante que las empresas enfrentan al mejorar sus estrategias de beneficios. La falta de recursos también es un desafío significativo en este proceso.
La necesidad de mejorar la comunicación
La comunicación efectiva de los beneficios es considerada esencial para el compromiso de los empleados. Según el informe, siete de cada diez empresas reconocen que la forma en que comunican los beneficios puede ser uno de sus principales retos. Sorprendentemente, más de la mitad de las empresas no dispone de toda su oferta de beneficios en una única plataforma digital, lo que puede dificultar el acceso y la comprensión de los mismos por parte de los empleados.
Esta situación pone de manifiesto que, a pesar de las medidas adoptadas, queda un largo camino por recorrer para asegurar que los trabajadores se sientan plenamente informados y satisfechos con los beneficios ofrecidos por sus empleadores. Las empresas tienen la oportunidad de mejorar sus prácticas y adaptarse a las nuevas necesidades de su plantilla, algo que podría marcar la diferencia en la retención del talento y la satisfacción laboral a largo plazo.