Varias organizaciones sindicales de trabajadores públicos mutualistas se movilizarán mañana 22 de enero frente a la sede de Muface. El objetivo de esta manifestación es solicitar una solución urgente a la situación del concierto sanitario, que todavía no se ha renovado para los años 2025-2027. Las movilizaciones se llevarán a cabo a las 14.00 horas, uniendo fuerzas en un momento crítico entre aseguradoras sanitarias y el Gobierno.
Motivos de la movilización
Los sindicatos ANPE, Fedeca, SIAT, SPP, SUP UFP, USIE y USO han expresado su preocupación a través de un comunicado. Mencionan que «la mala gestión y la falta total de previsión», junto con el proyecto de la ministra de Sanidad para desmantelar la mutua, han generado un escenario preocupante. Este estado actual ha llevado al «abandono de pacientes, algunos de ellos en tratamiento», creando una sensación generalizada de incertidumbre.
La unión de estos sindicatos tiene como finalidad insistir en que la atención sanitaria para los mutualistas nunca ha sido gratuita. De hecho, subrayan cómo este sistema ha contribuido a mejorar la imagen de diversas compañías del sector asegurador. La manifestación es, por tanto, una defensa tanto del derecho de los trabajadores mutuales a recibir atención de calidad como un reclamo a las aseguradoras para que asuman su responsabilidad.
El impacto de la situación no solo afecta a los mutualistas actuales, sino que podría amenazar el sistema sanitario en su conjunto. Imagínate un desembarco en la sanidad pública de un millón y medio de nuevos pacientes; sería un desafío monumental, especialmente en comunidades autónomas que ya están experimentando niveles críticos de colapso.
Contexto actual del concierto sanitario
El panorama se complica aún más tras el fiasco de la primera licitación. Decenas de aseguradoras decidió no presentarse, aduciendo que la propuesta económica inicial no era viable. Así, el Gobierno tuvo que lanzar una segunda licitación, ofreciendo un incremento de hasta un 33,5% en la prima en un plazo de tres años. De estas, solo Asisa ha mostrado interés y está considerando si presentarse o no.
Las otras dos aseguradoras que aún prestan servicio a Muface, Adeslas y DKV, han sido claras en su postura. Ambas han declarado públicamente que no tienen intención de participar en la nueva licitación, ya que continuarían operando en pérdidas. Esto plantea serias preguntas sobre la sostenibilidad del sistema actual y la posible carencia de opciones para los trabajadores públicos.
La responsabilidad de las partes involucradas
Los sindicatos hacen un llamado a la responsabilidad y el compromiso. Se sienten en una posición donde deben exigir tanto al Gobierno como a las aseguradoras un acto de buena fe y esfuerzo para solucionar la situación. «Frente a la impericia de los políticos y la falta de ética de las aseguradoras, es imperativo que todos los funcionarios se unan en este reclamo», indican.
Con esta movilización, esperan que tanto el Gobierno como las aseguradoras entiendan que su responsabilidad no solo es financiera, sino que también involucra el bienestar de seres humanos que dependen del sistema de salud. Es un momento crítico que pone en juego la estabilidad de un servicio fundamental para la población.
Un problema que afecta a miles, si no millones, de personas no puede ser subestimado. A medida que avanza la crisis en el sector, quienes están en la línea de fuego deben unirse y hacerse escuchar. La incertidumbre es peligrosa, y no hay tiempo que perder.
El futuro del sistema sanitario
Las organizaciones sindicales se han mostrado activas en su defensa de Muface, y ya habían llevado a cabo manifestaciones el pasado 11 de diciembre. Este nuevo acto de protesta busca acentuar su mensaje: es urgente una resolución viable y inmediata. Recuerdan que la atención de los mutualistas impacta positivamente en el sistema de salud en su conjunto, y cualquier modificación debe hacerse con cuidado y consideración.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿cuál será el futuro del sistema sanitario si no se encuentra una solución? Están en juego no solo las condiciones de atención para los trabajadores públicos, sino también la estructura del sistema sanitario que tantas personas utilizan diariamente.
La manifestación de mañana será un paso más en la lucha por garantizar derechos básicos y un servicio sanitario digno para todos. Por eso, la unión y el compromiso de los sindicatos y de los funcionarios es más relevante que nunca, sobre todo en momentos de incertidumbre y cambio.