El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor, ha expresado firmemente su preocupación por el impacto significativo que tendrá la nueva normativa de reducción de jornada laboral en el tejido empresarial español. Según él, esta medida podría acarrear un coste superior a 12.000 millones de euros para empresas y autónomos. En una entrevista, Amor ha destacado que, más allá de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, el paquete de reformas que se introducirá en 2024, incluyendo subidas de cotizaciones e impuestos, parece crear un entorno cada vez más complicado para el empleo.
Una visión pesimista sobre el empleo
El futuro del empleo en 2025 parece sombrío para Lorenzo Amor, quien anticipa un crecimiento más moderado en comparación con el año anterior. Explica que las pequeñas y medianas empresas serán las más afectadas por la reducción de jornada impuesta por el Gobierno. “El año pasado, en 2024, ya hemos visto la destrucción de puestos de trabajo en empresas con entre uno y tres trabajadores”, afirma.
Amor estima que, basándose en estos hechos, no se alcanzarán las cifras de más de 400.000 nuevos empleos que se habían previsto para finales de este año. Con los datos de afiliación y desempleo aún pendientes por conocer, la incertidumbre crece. Además, señala que los autónomos se verán obligados a asumir las nuevas restricciones, ya que para ellos “cerrar una hora antes o media hora antes su negocio simplemente no es viable”.
El costo de ser autónomo en España
Durante el transcurso de la entrevista, Amor también expuso que, para los autónomos, la reciente reducción de jornada no es simplemente una cuestión de organización laboral; se trata también de un coste adicional que se acumula a otros ya existentes, como la subida de impuestos. Añadió que cada día resulta más complicado ser autónomo o empresario en España debido a la creciente burocracia y regulación.
“A medida que avanza el tiempo, ser autónomo y generar empleo se ha convertido en un terreno cada vez más adverso. Hay una voracidad fiscal y recaudatoria que está lastrando sobre todo a las pequeñas empresas”, lamentó. Esta situación plantea la pregunta: ¿cómo se espera que los autónomos mantengan sus negocios en un entorno económico cada vez más restrictivo?
Tildando de «parches» las nuevas medidas fiscales
Un tema que Amor no ha dejado pasar es la nueva cuota de solidaridad y el incremento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), calificándolas de medidas “parche” que el Gobierno aplica sobre el sistema de pensiones. Según él, estas acciones no van a resolver el déficit existente entre el gasto y el ingreso del sistema.
“Se nos ha dicho repetidamente que es necesario alargar la vida laboral. Ahora, después de muchos anuncios sobre el mecanismo de equidad y la cuota de solidaridad, nos damos cuenta de que solo estamos parcheando problemas sin abordar el corazón del asunto: el gasto”, explicó. Una de sus principales preocupaciones es que muchos trabajadores que ganan más de 59.000 euros al año terminarán ganando “lo mismo o quizás menos” como resultado de estas nuevas cargas fiscales.
La falta de IVA franquiciado en España
Otro aspecto que destaca en la conversación es la situación del IVA franquiciado para autónomos. Amor ha manifestado su total incomprensión de cómo España se ha quedado atrás en este ámbito, siendo el único país de la Unión Europea que no lo aplicará en 2025, excepto en actividades realizadas con países donde se implementa esta normativa.
La ausencia de esta medida deja a los trabajadores por cuenta propia obligados a presentar su declaración de IVA trimestralmente, algo que, según Amor, es insostenible en el contexto actual. “Hemos trabajado durante dos años con la Agencia Tributaria para establecer un documento que mostrara cómo debería implementarse el IVA franquiciado, pero al final el Ministerio de Hacienda no lo va a aplicar”, destacó.
Amor considera que el tiempo de cumplimiento y la carga administrativa que enfrentan los autónomos podría haberse aliviado considerablemente, haciéndolo más razonable en el siglo XXI. En conclusión, la suma de estas medidas parece preocupar a un sector que, por mucho, representa la esencia del tejido empresarial en el país.
En análisis, el presidente de ATA deja claro que el futuro inmediato para empresarios y autónomos está lleno de obstáculos, y que las reformas implementadas por el Gobierno no solo traerán dificultades económicas, sino que también afectarán directamente al crecimiento del empleo en España.