La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha destacado la importancia de la jubilación flexible, considerándola una herramienta clave para transformar la longevidad en un activo valioso que «refuerce» la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Esta estrategia no solo ayuda a garantizar «la equidad entre generaciones», sino que también permite a muchos trabajadores continuar aportando su experiencia al mercado laboral.
La edad media de jubilación se sitúa por encima de los 65 años
Otro dato destacado por Saiz es que la edad media de jubilación ha aumentado de 64,4 años en 2019 a más de 65,3 años actualmente. Este incremento se ha logrado principalmente gracias a incentivos para los que optan por una jubilación demorada, lo que alivia la presión de salida del mercado laboral de la generación del baby boom. En el caso de las mujeres, este índice alcanza los 65,7 años, lo que indica un notable cambio cultural y estructural, dado que muchas aún tienen mucho que ofrecer.
Cotizaciones por prácticas no remuneradas
En una nota positiva, Saiz ha mencionado que desde enero de 2024, más de 1,5 millones de jóvenes están cotizando por sus prácticas no remuneradas. Este avance les permite generar derechos desde su primer contacto con el mercado laboral, lo que se traduce en más protección tanto en el presente como en el futuro. Esto no solo beneficia a los jóvenes, sino que también crea un sistema más justo y sostenible.
Al abordar las cuestiones de género, la ministra ha insistido en que las reformas deben reducir la brecha existente en empleo y pensiones. «Las mujeres no pueden seguir siendo penalizadas por sus roles de cuidadores. La igualdad debe abarcar también el ámbito de la jubilación», subrayó Saiz, lo cual es fundamental para la equidad social.
Un enfoque basado en el diálogo social
Además, Saiz ha enfatizado que todas estas iniciativas han sido posibles gracias a la construcción de acuerdos con agentes sociales, fuerzas parlamentarias y grupos implicados. «La escucha activa ha sido clave. No se han impuesto reformas desde arriba, sino que se han diseñado a través del diálogo con las personas”, aseguró, enfatizando que la colaboración y el consenso son esenciales para el éxito de las políticas adoptadas.
El hecho de que España haya consolidado políticas donde la longevidad se relacione con la experiencia, la continuidad y la justicia social es resultado de un enfoque cercano a la realidad vivida por los ciudadanos. La ministra ha afirmado que no son simples ajustes, sino una serie de reformas estructurales articuladas que buscan el bienestar general.
Transformando desafíos en oportunidades
Durante su participación en el panel titulado «Aging societies: emerging challenges and opportunities for jobs, finance and care», organizado por la ONU en Sevilla, Saiz ha reafirmado su compromiso con una sociedad que valora a sus mayores. En tiempos en que la esperanza de vida sigue en aumento, es crucial encontrar soluciones que no solo beneficien a los trabajadores actuales, sino que también aseguren el futuro de las próximas generaciones.
Es esencial que, como sociedad, entendamos que la jubilación flexible no es solo un beneficio individual, sino un motor de progreso colectivo. Mediante un enfoque inclusivo y equitativo, se pretende construir un sistema en el que todos, independientemente de su edad, tengan la oportunidad de contribuir y ser parte activa del mercado laboral.
Mirando al futuro
Las políticas en cuestión deben ir más allá de la mera retórica; deben transformarse en acciones concretas que aborden las necesidades y derechos de todos los trabajadores, especialmente aquellos en una posición vulnerable. La necesidad de asegurar que los jóvenes no enfrentan barreras en su camino hacia la independencia laboral es fundamental para construir un futuro más inclusivo.
El compromiso del Gobierno en materia de pensiones es claro y busca asegurar un sistema que funcione para todos. La flexibilidad en la jubilación, así como el fortalecimiento de los derechos laborales desde una edad temprana, son enfoques que seguirán ganando relevancia en el debate público.
La estrategia del Gobierno no es un capricho; es el resultado de un proceso bien estructurado y debatido. Este modelo busca garantizar que la longevidad se asocie con no solo la supervivencia, sino también con el empoderamiento y el respeto en todas las etapas de la vida laboral. La ministra ha asegurado que este enfoque se refleja en el crecimiento y bienestar de la sociedad en su conjunto, subrayando que, efectivamente, estamos en el camino correcto para enfrentar el futuro.