Los sindicatos quieren más
Los sindicatos están pidiendo una subida mayor del salario mínimo interprofesional (SMI) de lo que el Ministerio de Trabajo planea presentar. UGT y CCOO abogan por un aumento del 5% o incluso del 6%. Según el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, esta alza debería ser una prioridad para garantizar que el SMI no pierda poder adquisitivo.
En la misma línea, su homólogo de CCOO, Unai Sordo, argumenta que llevar el SMI a 1.200 euros al mes lo acercaría al 60% del salario medio en el país. Esto implicaría un aumento del 5,8%, en comparación con el 4,4% que el Gobierno ha propuesto. La presión por parte de los sindicatos es significativa, dado que consideran que el aumento debería estar alineado con el coste de vida que enfrentan los trabajadores españoles.
Causas de la subida y reuniones en puerta
El próximo miércoles, el Ministerio de Trabajo se reunirá por la tarde con representantes de CCOO, UGT, CEOE y Cepyme para discutir la posibilidad de una subida del SMI de 50 euros mensuales, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de este año. Esta medida llevaría la renta mínima a 1.184 euros mensuales para catorce pagas.
El informe de la Comisión de Expertos, que se presentará en la reunión, ofrece dos opciones: elevar el SMI un 3,4% o un 4,4%. Es la segunda opción, la que plantea un incremento de 50 euros, la que se discutirá con los agentes sociales. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, considera que este incremento es necesario para abordar las dificultades financieras que enfrentan muchos trabajadores en el país, donde el coste de la vida ha aumentado de manera alarmante.
Los empresarios lo ven «inasumible»
Sin embargo, el panorama se complica cuando entran en la discusión las voces del sector empresarial. Lorenzo Amor, vicepresidente de la CEOE, ha calificado de «inasumible» la propuesta de aumentar el SMI en 50 euros al mes, argumentando que esto podría poner en riesgo muchos empleos, especialmente en la agricultura y otros sectores donde la mayoría de los trabajadores perciben el SMI.
Además, Cepyme ha presentado cálculos que indican que el incremento no solo traerá un aumento del salario mínimo, sino que también afectará los costos laborales de las empresas, elevándolos a más de 80 euros mensuales. Esta carga podría ser especialmente difícil para las pequeñas y medianas empresas (pymes), que ya han visto un aumento del 18,1% en sus costos laborales desde 2019.
Los cálculos de Cepyme establecen que el coste salarial total para las empresas podría oscilar entre 1.816 y 1.903 euros mensuales, considerando cotizaciones sociales y otros factores. La organización advierte que este aumento implica un peso financiero que podría ser desproporcionado si se compara con el incremento del SMI propuesto por el Gobierno.
Díaz quiere que el SMI quede exento de tributación
Un aspecto adicional en la conversación es la exención del SMI del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Yolanda Díaz ha enfatizado que no apoyará un acuerdo para aumentar el SMI si esta medida no se implementa. La ministra sostiene que esto es crucial para que los trabajadores no vean mermados sus ingresos, especialmente en un contexto donde la inflación y el coste de la vida están en aumento.
El Ministerio de Hacienda, por su parte, ha señalado que evaluará la situación en función de la subida concreta del SMI antes de hacer una declaración sobre la tributación. Esta incertidumbre ha añadido un nivel de tensión entre los diferentes sectores del Gobierno, como ha sido el caso en asuntos anteriores que también han suscitado controversia, como la reducción de la jornada laboral.
Comentarios de la ministra sobre la situación económica
Yolanda Díaz ha hecho hincapié en que su objetivo es que el SMI refleje la realidad económica del país. Ha afirmado que «los salarios en España son muy moderados», y que, desde su ministerio, ha estado trabajando para no solo elevar el SMI, sino también incrementar los salarios en general. Por otro lado, ha pedido al Ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que «respete» al comité de expertos que ha asesorado sobre esta subida, recordando que el propio Cuerpo formó parte de él.
El debate sobre el SMI no es nuevo. En el pasado, diferentes propuestas han sido rechazadas por empresarios y organizaciones. Por ejemplo, el acuerdo anterior solo incluyó a CCOO y UGT en las negociaciones para el aumento del SMI en 2024, dejando fuera a CEOE y Cepyme, quienes consideraron que no se tomaron en cuenta sus propuestas.
Así, a medida que se desarrolla la conversación sobre el aumento del SMI, queda claro que las tensiones persisten y que tanto trabajadores como empresarios tienen diferentes perspectivas sobre cómo manejar esta situación. La reunión de este miércoles se presenta como un momento clave para definir el futuro del salario mínimo en España. Con todas las miradas puestas en las decisiones que se tomen, el impacto en la economía y en la calidad de vida de los trabajadores está por verse.