El sindicato UGT ha destacado que abril ha sido un mes positivo para el empleo, impulsado en parte por la Semana Santa y la fortaleza de las reformas laborales existentes. La afiliación a la Seguridad Social ha alcanzado un récord de 21.588.639 personas ocupadas, reflejando un crecimiento significativo en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando se registraron 199.538 nuevos empleos. Este incremento de 230.993 nuevos puestos de trabajo en abril representa el segundo mayor aumento desde que existen registros.
La mejora en la calidad del empleo también es notable. La tasa de temporalidad ha disminuido al 11,9%, casi 15 puntos por debajo de los niveles previos a la reforma laboral. Esto indica que la tendencia hacia una mejor estabilidad laboral se está consolidando. De hecho, casi uno de cada dos contratos firmados en el mes de abril fue indefinido, y de estos, casi la mitad son a jornada completa, un marcador claro de cómo la legislación laboral puede funcionar eficazmente cuando se aplica con determinación.
El contraste con el paro estructural
A pesar de estos avances alentadores, UGT señala que España aún enfrenta un paro estructural elevado que afecta a cerca de 2,5 millones de personas. Este es un aspecto que no se debe pasar por alto. Para reducir esta cifra, el sindicato considera «imprescindible» llevar a cabo una reforma profunda en las políticas activas de empleo. Esta reforma debería incluir más recursos económicos y humanos, así como servicios de empleo capaces de ofrecer orientación personalizada y formación de alta calidad.
¿Qué medidas adicionales podrían implementarse para mejorar la situación laboral en el país? La respuesta está en una intervención estructural que garantice un funcionamiento más eficiente del mercado laboral y que fomente la creación de empleo sostenible. La importancia de abordar este problema radica en su potencial para beneficiar a la sociedad en su conjunto.
La importancia de la reforma laboral
UGT también ha afirmado que es el momento oportuno para profundizar en las reformas laborales que han demostrado ser efectivas. En este sentido, el sindicato reclama con urgencia que no se impida en el Parlamento el debate sobre el proyecto de ley que busca la reducción de la jornada laboral sin merma salarial. Esta medida no es solo un deseo de millones de trabajadores, sino que también se alinea con una lógica de justicia económica necesaria en estos tiempos de márgenes empresariales crecientes.
Redefinir la jornada máxima legal a 37,5 horas en 2025 podría tener un impacto significativo en la creación de empleo y la mejora de la productividad. ¿Por qué es tan crucial este cambio? Porque se traduce en un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal, lo que en última instancia beneficiaría la cohesión social. Negarse a debatir esta ley sería ignorar las demandas de la mayoría social del país.
Un llamado a la acción
El sindicato UGT ha subrayado que quienes se opongan a lo que la ciudadanía está solicitando terminarán enfrentando una consecuencia política y social por su decisión. Los movimientos hacia una sociedad más equitativa y digna son ineludibles. Y aunque el empleo sigue creciendo, el verdadero reto radica en «repartir mejor el tiempo, la riqueza y el trabajo».
Esta visión implica mucho más que simplemente crear puestos de trabajo; se trata de construir una sociedad más justa y equilibrada donde todos los ciudadanos tengan acceso a condiciones laborales dignas. UGT ha declarado que es hora de dar un paso adelante y seguir caminando hacia ese objetivo, en el que la estabilidad laboral y la dignidad sean pilares del sistema.
El crecimiento del empleo en España no es una casualidad, sino el resultado de un modelo que prioriza derechos y estabilidad. No obstante, siempre habrá un camino por recorrer para garantizar que todos los ciudadanos cuenten con las mejores condiciones de vida y trabajo. En resumen, el futuro laboral de España depende de las decisiones que se tomen ahora y del compromiso con una legislación que beneficie a todos.
