La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha presentado este miércoles la propuesta de una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) que podría alcanzar los 1.184 euros al mes en 14 pagas a partir de 2025. Esta subida representaría un incremento de 50 euros en los ingresos mensuales de aquellos trabajadores que perciben este salario mínimo. ¿Te has preguntado qué implicaciones puede tener este aumento?
La importancia de la política como herramienta de equidad
«El salario mínimo no es una cifra, es una política pública por excelencia para reducir la desigualdad. Mejora la vida de la gente y cambia vidas», ha afirmado Díaz durante la entrega del ‘III Informe de la Comisión Asesora para el SMI’. Este informe ha recomendado al Gobierno dos escenarios para la subida del SMI: un incremento del 3,4% para 2025 o un aumento del 4,4%, que es el que la ministra ha decidido proponer.
Esta política no es solo un gesto simbólico; tiene implicaciones directas en la calidad de vida de muchas personas. Yolanda Díaz destacó que este incremento permite a muchas familias «poder darle de comer a sus hijos pescado o fruta», así como la oportunidad de reducir el «agobio» a la hora de hacer la compra. En palabras de la ministra, la propuesta busca «más oportunidades y mayor dignidad» para los trabajadores que dependen del salario mínimo.
Impacto del SMI en la pobreza
Díaz ha subrayado que “subir el SMI implica sacar algunas personas de la pobreza” y ha reiterado que este es uno de los principales retos de su Ministerio. Para contextualizar la relevancia de la propuesta, la ministra recordó que desde 2018, el salario mínimo ha experimentado un notable aumento del 54%, pasando de 736 euros mensuales a 1.134 euros en 2024. Esto contrasta con una inflación que ha subido un 18% en el mismo periodo, lo que significa que 2,5 millones de personas han visto aumentar su poder adquisitivo en un 36%.
Entre las personas que se han beneficiado de este cambio, dos tercios pertenecen al género femenino, y un 30% son jóvenes menores de 25 años. Esta mejora se ha registrado en un contexto donde el empleo ha crecido de forma significativa, evidenciando un avance en la inclusión social y económica de sectores vulnerables.
Creación de empleo y crecimiento económico
En relación a la creación de empleo, la ministra también enfatizó que la idea de que un aumento del SMI podría llevar a una reducción de empleos ha sido refutada por los hechos. Desde que se comenzó a incrementar el salario mínimo, se han creado 2,2 millones de nuevos puestos de trabajo en España. De hecho, uno de cada cuatro empleos nuevos en la eurozona durante este periodo ha sido en España, lo que no solo refleja una recuperación del mercado laboral, sino también una expansión significativa.
Díaz hizo hincapié en que la ocupación actual supera los 21,8 millones de trabajadores, marcando la cifra más alta de la historia, con 10 millones de ellas siendo mujeres. Esta inclusión de la mujer en el mercado laboral pone de manifiesto un cambio positivo en la cultura laboral del país, mientras que la productividad por hora trabajada sigue creciendo a un ritmo del 2,5%.
Perspectivas futuras y margen de crecimiento
La ministra también ha indicado que España presenta un considerable margen para el crecimiento de los salarios, dado que la mediana actual se sitúa en 1.599 euros al mes. Esto sugiere que todavía hay capacidad para mejorar las condiciones salariales, un objetivo que podría generar un impacto aún mayor en la distribución de la riqueza en el país.
Además, la economía española se posiciona como una de las más dinámicas de la eurozona, con un crecimiento interanual del 3,3%, un dato que contrasta notablemente con la media de crecimiento de la eurozona, que no alcanza el 1%. Esta situación plantea un escenario optimista respecto al futuro del mercado laboral en el país, donde la mejora del empleo y de los salarios se alza como una meta primordial para el Ministerio de Trabajo.
Díaz concluyó enfatizando que el propósito de estas medidas no es solo económico, sino esencialmente social, ya que busca un futuro más justo donde cada trabajador pueda vivir con dignidad y oportunidades. Con este enfoque, se prevé que continúe el avance hacia una sociedad más equitativa.