La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha compartido un mensaje claro y contundente sobre la necesidad de mejorar los derechos laborales a nivel global. Durante su intervención en la clausura del reciente Congreso Internacional del Trabajo en Madrid, destacó la importancia de un documento como la carta social global de derechos laborales, firmado conjuntamente con representantes de importantes sindicatos. Este acuerdo busca convertir el trabajo decente en la única forma de trabajo, asegurando salarios justos, igualdad de oportunidades y protección de los derechos fundamentales de los trabajadores.
La importancia de una carta global de derechos laborales
La carta firmada por Díaz junto a la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos, Esther Lynch, y otros líderes laborales, se presenta como un primer paso hacia la reconstrucción del contrato social a nivel mundial. En sus declaraciones, la ministra subrayó que «los derechos laborales son derechos humanos». Además, comentó que este documento aspira a ser la carta magna de sindicatos y trabajadores en todo el mundo.
El objetivo principal de esta iniciativa es garantizar que todas las personas tengan acceso a condiciones laborales dignas y justas, así como a un sistema de protección social robusto. “Queremos que tanto el derecho a huelga como la libertad sindical estén protegidos”, enfatizó, resaltando la necesidad de que todos los trabajadores estén respaldados por un marco legal sólido.
Un futuro con jornadas más cortas
En su discurso, Díaz también abordó un tema crucial: la jornada laboral. Afirmó que es necesario avanzar hacia un horizonte de 32 horas semanales, no solo en España, sino a nivel mundial. En este contexto, reveló que desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social ya se está impulsando una reforma para reducir la jornada a 37 horas y media. “Queremos ganar media hora de vida para todos los trabajadores en España», afirmó la ministra, destacando que este pequeño paso representa una gran esperanza para el futuro laboral.
Es importante recordar que, según la vicepresidenta, la jornada laboral en España no ha sido revisada en los últimos 40 años, lo que plantea la necesidad urgente de un cambio. Además, enfatizó la importancia de blindar el derecho a la desconexión, un aspecto que actualmente se considera un privilegio para unos pocos. “Estamos llevando este debate a la mesa de diálogo social y queremos plantearlo a nivel europeo”, añadió.
El impacto de la política en el ámbito laboral
En un análisis más amplio de la situación política actual, Díaz subrayó que hay un «espacio para actuar» en favor de los derechos laborales. Este mensaje cobra mayor relevancia en el contexto de los desafíos impuestos por el actual gobierno de Donald Trump en Estados Unidos. La ministra describió el proyecto 2025 como un símbolo de un «retroceso democrático» sin precedentes, que afecta principalmente al ámbito laboral.
«Estamos viviendo un retroceso sin paliativos, especialmente en lo que respecta a los derechos de los trabajadores», acusó, haciendo referencia a la influencia negativa que figuras como Elon Musk están teniendo en el movimiento sindical. Ante estos desafíos, la ministra propuso una respuesta basada en «más organización, más debate, más pensamiento, más participación y, sobre todo, más poder para la gente trabajadora en el mundo».
Próximo congreso en Eslovenia
El Congreso Internacional del Trabajo que se ha celebrado en Madrid no ha sido solo un evento significativo, sino que ha marcado el inicio de un movimiento que busca crear una internacional laborista para el siglo XXI. Por este motivo, Díaz anunció que el próximo congreso se llevará a cabo en Eslovenia. “Esta iniciativa es esperanzadora en tiempos de desánimo”, afirmó la ministra, mostrando confianza en que se están sentando las bases para un cambio positivo.
La continuidad del debate abierto en Madrid es crucial para seguir ampliando los derechos laborales y profundizando la democracia. La ministra concluyó su discurso con una nota optimista, subrayando que «estamos creando una internacional de la esperanza en un mundo que puede ser mucho mejor de lo que es ahora».
El desafío de mejorar las condiciones laborales y defender los derechos de todos los trabajadores es monumental, pero con esfuerzos conjuntos y un compromiso claro, se puede lograr un futuro digno y equitativo para la comunidad laboral global.