La Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores ha puesto el dedo en la llaga al afirmar que estamos ante un «momento crítico» para el pequeño comercio en España. En solo un mes, se han cerrado 5.379 establecimientos tras el final de la campaña navideña, lo que refleja la fragilidad de un sector que ha estado resistiendo durante años sin un apoyo adecuado. Pero ¿qué consecuencias trae consigo esta alarmante cifra?
La situación en cifras
El informe señala que los cierres no son un fenómeno aislado, sino que forman parte de una tendencia preocupante. En el último año, de enero de 2024 a enero de 2025, se han perdido 9.007 comercios en todo el país. Las cifras son especialmente alarmantes en varias comunidades autónomas. Cataluña, por ejemplo, ha registrado el cierre de 1.000 comercios, seguida de Andalucía con 954, y la Comunidad Valenciana y Madrid, que han visto desaparecer 601 y 525 establecidos respectivamente. Esta situación representa un gran desafío para el sector.
El comercio de proximidad, esencial para la vida de las ciudades
En este contexto, se debe destacar la importancia del comercio de proximidad. Este tipo de establecimientos son vitales no solo por su contribución económica, sino también porque enriquecen la vida social de los barrios. Sin embargo, se enfrentan a retos como alquileres abusivos, la digitalización desigual y una dura competencia de plataformas que no tienen las mismas obligaciones que los comercios locales.
¿Te imaginas tus calles sin esos pequeños negocios que ofrecen un trato personalizado y un servicio cercano? La desaparición de estos comercios no solo afecta a sus propietarios, sino que también transforma radicalmente el paisaje urbano y debilita el tejido económico de las ciudades. En este sentido, la secretaria general de Uatae, María José Landaburu, afirma que el problema no radica solo en la caída de ventas, sino en la “falta de medidas estructurales” que les permitan competir en igualdad de condiciones.
Alquileres de locales comerciales disparados
El encarecimiento de los alquileres de locales comerciales se ha convertido en una de las principales amenazas para la continuidad del pequeño comercio. A menudo, los comerciantes destinan una parte significativa de sus ingresos al pago de rentas exorbitantes, lo que limita su capacidad de inversión y modernización. ¿Cómo se puede competir en el mercado actual si una parte tan importante de los ingresos se va en alquiler y facturas?
Desde Uatae han denunciado que mientras las grandes plataformas digitales continúan consolidando su dominio, miles de autónomos se ven abocados a cerrar sus negocios sin ninguna esperanza de recuperación. Las condiciones en las que se desarrolla esta competencia son desiguales, lo que plantea serias dudas sobre el futuro del comercio local.
Propuestas para revitalizar el sector
Ante esta realidad, desde Uatae insisten en la necesidad de implementar políticas que frenen la “sangría de cierres” y refuercen la viabilidad del sector. Es esencial que se regule el precio de los alquileres comerciales en áreas tensionadas y se motive a los propietarios a ofrecer locales en condiciones razonables. ¿Por qué no se toman medidas que beneficien a quienes mantienen viva la economía de barrio?
Un nuevo plan de digitalización también es crucial, adaptado a las necesidades específicas de los pequeños comercios. Se requiere que se ofrezcan nuevas ayudas directas, similares a las que ha impulsado el Kit Digital, así como formación especializada para ayudar a estos negocios a competir en el entorno online. Sin estas iniciativas, la brecha entre grandes plataformas y pequeños autónomos seguirá ampliándose, poniendo en riesgo no solo a los comercios, sino también la diversidad y riqueza cultural de nuestras ciudades.
La situación del pequeño comercio en España es alarmante. Con el cierre de miles de establecimientos y un entorno extremadamente competitivo, es urgente que se tomen medidas efectivas y estructurales para asegurar un futuro viable para estos negocios. Sin un comercio local sólido, perdemos no solo oportunidades económicas, sino también el alma de nuestros barrios. Cuidar del comercio de proximidad es una tarea de todos.