Desde Cepyme, se hace hincapié en que el año 2024 estuvo caracterizado por el bajo rendimiento del sector agropecuario. Este sector ha presentado uno de sus peores resultados de afiliación media en la historia, alcanzando menos de un millón de cotizantes en agosto. La patronal señala que esta situación es crítica, sobre todo porque el agro es un área que enfrenta intensamente los efectos de las subidas de costes generales y laborales.
Los costes laborales y la productividad en las pymes
La realidad es que los costes laborales de las pequeñas y medianas empresas han incrementado un 4,2% en el tercer trimestre de este año. Mientras tanto, la productividad ha pasado por un periodo de declive, marcando ya siete trimestres consecutivos de reducciones interanuales. Esto resalta una tensión creciente entre el aumento de los costes laborales y la posibilidad de mantener una adecuada productividad.
La situación no solo afecta al día a día de los negocios, sino que también plantea desafíos estructurales. Las pymes necesitan urgentemente un alivio en sus cargas laborales, impositivas y burocráticas, así como una mayor certidumbre normativa. Sin embargo, se enfrentan a un futuro inmediato cargado de nuevas subidas de cotizaciones y un nuevo incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) aún sin cuantificar.
El impacto del salario mínimo interprofesional
El debate sobre el SMI resulta especialmente relevante. Desde 2017, este indicador ha acumulado ya una subida del 60%. La situación se volverá más complicada, ya que se espera que en 2025 el salario mínimo vuelva a ser ajustado, posiblemente superando la inflación que se registrará al cierre del presente año, que se estima en un 2,8%.
Los empresarios advierten que este incremento sumará presión a una ya delicada situación. Pero eso no es todo, ya que los cambios en la jornada laboral y sus desigualdades intersectoriales también afectarán la operativa de muchas empresas, algo que muy pocos consideran a la hora de evaluar el impacto financiero y laboral.
Aumento de la afiliación y su contexto
A pesar de los retos, Cepyme celebra el esfuerzo de los empresarios que ha llevado la afiliación total a un nuevo récord, superando los 21,3 millones hasta diciembre. Este incremento se ha visto reflejado en un crecimiento también en el régimen general (+460.134) y en el sector de autónomos (+42.396). Entre estos datos, se destacan los avances en áreas como la hostelería y el comercio.
Estas cifras, sin embargo, tienen un trasfondo complejo, ya que muestran una contención de márgenes en las pequeñas y medianas empresas. Es crucial que el Gobierno considere estas circunstancias y frene las decisiones que implican aumentos de costes, que pueden amenazar la estabilidad alcanzada en el empleo.
Alivio para las pymes: una necesidad urgente
La situación financiera de las pymes es delicada. Aumento de bases de cotización, incremento del porcentaje del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), y la nueva cuota de solidaridad destinada a financiar las pensiones son sólo algunos de los factores que complican el panorama.
Este escenario es desalentador para aquellas empresas que buscan no solo sobrevivir, sino crecer y generar más empleo. La creación de empleo depende en gran medida de poder contar con márgenes suficientes que permitan expandir sus operaciones. En este sentido, la patronal de pequeñas empresas hace un llamado claro: es necesario revertir la tendencia de aumento de costes para permitir un desarrollo más sano y sostenible.
La comunidad empresarial se enfrenta a numerosos retos en un entorno cambiante y lleno de altibajos. Las decisiones del Gobierno relacionadas con la política laboral y fiscal jugarán un papel crucial en el futuro de las pequeñas y medianas empresas, así como en la economía en general. En resumen, es crucial abordar estos problemas para proteger y fomentar el crecimiento del empleo en el país.