Las bajas laborales están alcanzando cifras preocupantes en el ámbito nacional. En el último año, se han registrado un total de 5,24 millones de bajas por contingencia común, con una duración media de 41 días. Esto se traduce en 215 millones de días de baja, lo que equivale a la jornada anual de un millón de trabajadores. La situación se agrava al notar que, cada mes, se inician casi 750,000 casos, de los cuales el 41,2% corresponde a bajas de corta duración, es decir, de uno a tres días. Si sumamos las bajas de entre 4 y 15 días, observamos que casi siete de cada diez casos tienen una duración inferior a las dos semanas.
Bajo aumento de trabajadores frente a un fuerte incremento de bajas
Las bajas laborales por contingencia común han aumentado un 10,28% en el último año, cifra que es cinco veces mayor que el crecimiento del número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, que ha sido del 2,1%. Este panorama destaca una creciente dificultad en el entorno laboral, que puede estar relacionado con varios factores, incluyendo la salud mental y las condiciones laborales en general.
A su vez, el informe indica que el 2,34% de los trabajadores afiliados al régimen general acumulan el 26% de todas las bajas, es decir, presentan tres o más bajas cada uno. Este escenario plantea una pregunta importante: ¿se están aplicando las medidas adecuadas en el ámbito laboral para reducir este fenómeno?
La salud mental, principal causa de baja laboral
Uno de los elementos más críticos en este aumento es la salud mental. Las patologías relacionadas con la psiquiatría son responsables de un 14,7% de todas las bajas, una cifra que ha duplicado su incidencia desde 2017, cuando se situaba en 7,5%. Esto refleja un cambio significativo y preocupante en la salud de los trabajadores y subraya la necesidad de un apoyo más fuerte en este aspecto.
La duración media de las bajas relacionadas con problemas psiquiátricos es de 128 días, colocándose por detrás de otras condiciones más severas como la patología oncológica (191 días) o cardíaca (152 días). Además, se observa que, por sectores, diversas actividades están más afectadas. Las actividades sanitarias y los servicios sociales concentran casi la mitad del total de bajas, seguidos por actividades administrativas y servicios auxiliares, que representan un 45,9% adicional.
Distribución de las bajas en el territorio nacional
El mapa de las bajas laborales varía significativamente por región. Navarra lidera este triste ranking con 53,6 casos por cada 1,000 habitantes, mientras que Extremadura se sitúa en el lado opuesto, con 18,9 bajas por cada 1,000. La media nacional se sitúa en casi 34 bajas por 1,000 habitantes. Pisando fuerte, esta disparidad abre la puerta a debates sobre las políticas de salud y bienestar laboral según la región.
Un dato adicional que destaca es que el 46,3% de las bajas laborales se tramitan en los lunes y martes. Esto genera un patrón muy claro, sugiriendo que los inicios de semana podrían ser momentos críticos para la salud laboral. Además, el perfil mayoritario de quienes solicitan estas bajas se encuentra entre los 31 y 50 años, siendo un 68% de estas solicitudes procedentes de trabajadores que poseen tres o menos años de antigüedad en la empresa. Este último dato ha empezado a incrementarse en 2,5 puntos porcentuales, indicando un posible problema en la retención o satisfacción laboral en puestos de reciente incorporación.
La situación de las bajas laborales por contingencia común es un claro indicio de la necesidad de una revisión profunda de las condiciones de trabajo y del apoyo que se ofrece a los empleados. Sin duda, el aumento en el número de bajas, especialmente aquellas vinculadas a la salud mental, invita a reflexionar sobre las medidas de prevención y la promoción de un entorno de trabajo saludable. Las cifras y tendencias aquí expuestas son una llamada de atención para todos los actores involucrados en el bienestar laboral y la salud de los trabajadores.