La pensión máxima del sistema de Seguridad Social se incrementará en un 2,91% en 2025, alcanzando así 3.267,6 euros mensuales. Este aumento se debe a una combinación del IPC promedio entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, que se sitúa en un 2,8%, junto con 0,115 puntos adicionales introducidos por la reforma de pensiones de 2021. Esto significa que la pensión máxima sube desde los 3.175 euros que se destinaban a 2024.
Subida de las pensiones contributivas en un 2,8%
Las pensiones contributivas y de clases pasivas del Estado se verán beneficiadas de un incremento del 2,8% para el siguiente año. Este aumento impactará a más de nueve millones de pensionistas, lo que sin duda es una excelente noticia para los hogares que dependen de estas pensiones.
Pero, ¿cómo se determina este incremento? La respuesta está en la fórmula de revalorización que recoge la Ley de reforma de las pensiones. Esta legislación establece que el aumento de estas prestaciones se basa en el IPC interanual promedio de los últimos doce meses, lo que ha llevado al 2,8% de incremento para el año venidero. Para poner esto en perspectiva, en 2024 las pensiones contributivas ya subieron un 3,8% y en 2023 lo hicieron en un notable 8,5%.
La revalorización permitirá que un pensionista que actualmente recibe 1.441 euros mensuales vea un incremento a 1.481,35 euros en 2025, lo que se traduce en un adicional de 564,87 euros al año. Esto es un alivio para muchos, dada la importancia de mantener el poder adquisitivo de las pensiones.
Pensiones mínimas
En cuanto a las pensiones mínimas, se prevé un aumento cercano al 6% para el año 2025. Sin embargo, las pensiones con cónyuge a cargo y de viudedad con cargas familiares recibirán un incremento aún mayor, del 9,1%. Esto representa un avance significativo para los sectores más vulnerables de la población.
Las pensiones no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV) se revalorizarán en un 9%, aportando un alivio adicional a quienes se encuentran en situaciones económicas difíciles. Las pensiones del SOVI también experimentarán un incremento del 6%, alcanzando los 560 euros mensuales en el caso de las no concurrentes, y 543,60 euros para las concurrentes.
Además, la pensión mínima de jubilación para los hogares unipersonales será de 12.241,6 euros anuales, en comparación con los 11.552,8 euros del año anterior. En los hogares donde hay cónyuge a cargo, esta cantidad ascenderá a 15.786,4 euros, en comparación con los 14.466,2 euros de 2024. Estas cifras reflejan un importante esfuerzo por parte del sistema para garantizar una vida digna a aquellos que más lo necesitan.
Impacto global de los cambios en las pensiones
En total, más de 12 millones de pensiones verán incrementadas sus cuantías a partir de enero. Este panorama es relevante no solo para los pensionistas, sino también para la economía en general. Un aumento en las pensiones puede desencadenar un efecto positivo en el consumo, contribuyendo así a la recuperación económica.
La asignación por hijo a cargo o menor con discapacidad reconocida igual o superior al 65% alcanzará en 2025 5.805,6 euros al año, mientras que para aquellos menores con discapacidad del 75% o superior, se prevé un aumento a 8.707,2 euros anuales, tras una revalorización del 2,8% interanual. Por si fuera poco, el complemento para la reducción de la brecha de género también tendrá un incremento, alcanzando los 35,9 euros mensuales por hijo.
Desde la implementación de la Ley 20/2021, que surgió del diálogo entre el Gobierno y los agentes sociales, las pensiones se actualizan anualmente para reflejar el aumento del coste de la vida. Este proceso es fundamental para preservar el poder adquisitivo de los pensionistas, en consonancia con las recomendaciones del Pacto de Toledo.
La combinación de medidas y modificaciones en los montos de las pensiones sugiere un compromiso renovado por ofrecer una red de seguridad a quienes han dedicado su vida laboral a contribuir al sistema. ¿No es esta una acción que merece ser destacada en este momento tan crucial? Con el incremento estatal que se avecina, queda claro que el bienestar de los pensionistas es una prioridad, y esto se traduce no solo en cifras, sino en la calidad de vida de muchas personas en nuestro país.
