El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha expresado su firme rechazo a los mensajes que aseguran que la reducción de la jornada laboral afectará desproporcionadamente a las pequeñas empresas. Durante una reciente rueda de prensa, donde presentó las propuestas del sindicato con vista a 2025, Álvarez subrayó que no se debe perpetuar la idea de que este cambio legal tendrá un impacto más negativo en ciertos sectores. Esta percepción, según él, es errónea, ya que los convenios colectivos se aplican de manera uniforme a todas las empresas, sin importar su tamaño.
La jornada laboral en el sector de la hostelería
En este sentido, el líder sindical también criticó las afirmaciones de que la hostelería, especialmente en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, sería la más perjudicada por esta medida. “¿Acaso los costos en Madrid son menores que en Navarra?”, se preguntó, resaltando que en comunidades como Navarra ya se trabaja cerca de las 37,5 horas semanales. Con estas afirmaciones, Álvarez busca desafiar la narrativa que rodea a la reducción de la jornada laboral y enfatizar que las condiciones no son tan distintas entre regiones como se sugiere.
Además, hizo hincapié en que la reducción de la jornada no debe ser vista como un obstáculo sino como un avance necesario, apoyado por dos de cada tres trabajadores. “No vamos a tolerar que se usen argumentos infundados para bloquear una medida tan esperada”, afirmó Álvarez, advirtiendo que habrá movilizaciones si el Gobierno impide su tramitación en el Congreso.
La posición del Gobierno y la necesidad de rigurosidad
En cuanto a la postura del Gobierno, Álvarez ha hecho un llamado a todos los miembros del Ejecutivo para que mantengan rigurosidad al hablar sobre este asunto. Según él, el Gobierno no puede caer en «mensajes fáciles» que favorezcan a ciertas empresas o autónomos. Todo indica que es necesario un enfoque más realista y basado en evidencia que apoye esta reforma laboral.
Preguntado sobre la ausencia de pronunciamiento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la cuestión de la jornada laboral, el líder sindical sugirió que “no es un mal síntoma” esa falta de respuesta. Como ha mencionado en ocasiones anteriores, todos los acuerdos vinculantes con el Gobierno se han cumplido hasta la fecha, lo que refuerza su confianza en el progreso de la legislación sobre la jornada laboral.
Los sindicatos y su rol en el proceso de negociación
Álvarez también ha abordado las disputas que surgen entre los distintos ministerios, particularmente entre la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. “Desde el sindicato no tenemos intención de negociar con diferentes ministerios. Nuestro acuerdo es con el Ministerio de Trabajo y exigimos que se cumpla”, subrayó, al tiempo que descartó que las disputas políticas influyan en el objetivo final de la reducción de jornada laboral.
“Estamos habituados a este tipo de debates públicos y consideramos que no nos afectan”, agregó. Álvarez se mostró optimista respecto a la labor del ministro de Economía y llamó a la sensatez en las afirmaciones que se hacen en el ámbito político, enfatizando que las demandas de los trabajadores no deben convertirse en un campo de batalla partidista.
Recuperación de ayudas para las empresas
Otro aspecto que Álvarez destacó fue la posibilidad de retomar las ayudas a las empresas en relación con la reducción de la jornada. Sin embargo, hizo hincapié en que el sindicato no apoyará ningún proyecto que busque recuperar esas ayudas, ya que considera que estas decisiones deben ser producto de la negociación parlamentaria. Esto sugiere que el sindicato está preparado para defender la integridad de sus demandas ante los próximos debates.
“Entregar todo desde el inicio no facilita la tramitación con los grupos parlamentarios. Es fundamental dejar margen al diálogo”, argumentó el líder sindical. Además, reiteró el compromiso del sindicato de mantener conversaciones con todas las fuerzas políticas para garantizar que la medida avance en el Parlamento.
Por último, Álvarez no ha dejado de recordar que la reducción de la jornada se encuentra respaldada por una gran parte de la fuerza laboral y que, al final, el bienestar y la dignidad de los trabajadores del país deben prevalecer en este debate tan crucial. A medida que se aproximan las decisiones en el Congreso, los ojos estarán puestos no solo en las palabras de los políticos, sino también en las movilizaciones y la presión social que se ejercería para avanzar en esta histórica medida laboral.