El año 2024 ha visto una notable caída en el número de trabajadores en paro, un descenso que, aunque positivo, ha sido inferior al que se observó el año anterior. En diciembre, el número de desempleados se situó en 2,5 millones, lo que significa que se redujo en 25.300 personas en comparación con noviembre. Esta cifra refleja una mejora significativa, ya que la tasa media de parados registrados durante todo el año fue de 2,6 millones, la más baja desde 2008. Sin embargo, el descenso de 138.800 desempleados respecto a 2023 resalta que aún hay trabajo por hacer.
Resultados de la afiliación en 2024
Funcas ha presentado cifras que destacan el «buen» resultado de la afiliación en 2024. A pesar de haber mantenido un elevado ritmo de crecimiento durante el cuarto trimestre del año, este fue inferior en comparación con el primer año de normalidad tras la pandemia, así como al incremento en la afiliación que se registró entre 2015 y 2018. La tendencia es positiva, pero hay que ser cautos en las interpretaciones.
El incremento en el número de afiliados en el año fue de 505.000, cuando se comparan las medias anuales. En diciembre específico, el aumento fue de 35.500 nuevos ocupados. Estos datos son sin duda alentadores, ya que una mayor afiliación al mercado laboral a menudo está relacionada con un crecimiento saludable de la economía y una disminución del desempleo.
Impacto de las inundaciones en el empleo
Un factor que ha afectado los números de empleo es el impacto de las inundaciones en la provincia de Valencia. En diciembre, la localidad vio un incremento de 6.400 afiliados, algo que se puede considerar mayor a lo habitual para este mes del año. Sin embargo, a pesar de este aumento, los efectos adversos de las inundaciones se han hecho notar en el número de trabajadores en situación de ERTE, que pasó de 908 en noviembre a 10.626 en diciembre. Este aumento en las cesiones temporales subraya la fragilidad del mercado laboral a raíz de eventos climáticos extremos.
Contratos y prestaciones en el mercado laboral
El análisis de los contratos registrados entre enero y diciembre muestra que estos fueron un 0,2% inferiores al mismo periodo del año anterior. Esta leve caída puede generar inquietudes sobre la creación de empleo sostenible a largo plazo. Adicionalmente, el gasto en prestaciones hasta noviembre se incrementó un 4,3%, y los beneficiarios de dichas prestaciones aumentaron en un 1%. Estos datos ponen de manifiesto que, a pesar de la disminución en el desempleo, muchos trabajadores aún dependen de estas ayudas, lo que sugiere que la recuperación está lejos de ser total.
Por otro lado, la tasa de cobertura desestacionalizada experimentó una reducción en noviembre, aunque se mantiene una tendencia ascendente. Esto indica que, a pesar de los desafíos, hay elementos de mejora en la estabilidad del mercado laboral español.
Reflexiones sobre el crecimiento económico
A medida que avanzamos en 2024, es crucial hacerse algunas preguntas. ¿Está realmente la economía española en el camino correcto hacia una recuperación sólida? Aunque las cifras de afiliación y desempleo son alentadoras, deben interpretarse con precaución. La comparación con años anteriores y la influencia de factores externos, como las inundaciones, son elementos que merecen un análisis más profundo.
Con un 2024 que ha comenzado con datos mixtos, es importante seguir de cerca cómo estas métricas evolucionan en el corto a mediano plazo. La creación de empleo sostenible y de calidad será fundamental para asegurar el crecimiento e impulsar una economía resiliente que beneficie a todos.
En resumen, la situación laboral en España presenta tanto avances como desafíos que deben ser gestionados con una estrategia clara. A medida que el país navega este nuevo año, la atención en las cifras de empleo, así como el impacto de eventos externos, será esencial para comprender el camino hacia una recuperación sólida y duradera.